Diferencias entre la gestación subrogada y la adopción
Formar una familia y hacerla crecer es una de las decisiones de vida más importante de cualquier individuo, para aquellas familias que no pueden concebir de manera convencional existen algunas opciones como la adopción o la subrogación. Ambas opciones representan una oportunidad de poder tener un hijo.
En este artículo, abordaremos las diferencias claves entre la adopción y la subrogación.
Como se mencionó anteriormente, tanto la gestación subrogada, como la adopción, son métodos para cumplir el sueño de convertirse en padres, sin embargo, aunque el fin es el mismo, la adopción y la subrogación no son lo mismo.
Por un lado la adopción es un proceso legal, mediante el cual una pareja o una persona se convierte en el padre o madre legal de un niño, con el cual no se tiene una relación biológica/genética; en dicho proceso, los padres o madre/padre son evaluados y aceptados por las instancias correspondientes para convertirse en padres del menor.
Por otro lado, la subrogación es un acuerdo legal y una técnica de reproducción asistida, en el cual se tendrá un hijo tanto legal como biológico, dicho proceso involucra a los padres de intención y a la gestante, quien es una mujer, de noble corazón, quien en nombre de otra familia (padres de intención) decide llevar a cabo un embarazo y dar a luz a un bebé, con el cual no tendrá un vínculo legal ni genético.
En algunas ocasiones, estas familias que presentan alguna dificultad física o de salud para concebir a un hijo de manera convencional, ponen sobre la mesa estas dos opciones, sin embargo, hay que entender que la adopción no es una solución o una alternativa ante la subrogación, pues ninguna excluye a la otra.
Ambas opciones responden al deseo de convertirse en padres, pero cada una lleva un proceso completamente distinto, tanto legal como social y emocional, pues no todas las familias están preparadas para la adopción, ni todas las familias están preparadas para la subrogación.
Para algunas familias lo más viable es optar por la adopción, mientras que para otras es la subrogación, cualquiera que sea la opción que se elija no se hace por capricho, sino por circunstancias distintas a cada proyecto de vida.
Ser padre a través de la adopción o la subrogación no es una obra de caridad, ni es un crimen, es una elección, un capítulo de la vida de muchas familias que dependerá de sus circunstancias personales y emocionales. Cualquiera que sea el camino que elija esa familia, lo habrá elegido con el corazón y con el objetivo principal de brindar amor, cuidado y cariño a un hijo que ya es amado incluso antes de llegar a sus vidas.